Autoridades y comunidad expresan preocupación ante las restricciones impuestas al Batallón de Desminado, mientras el gobernador exige garantizar la seguridad y continuidad de la misión humanitaria en el norte del Huila.

En Baraya, norte del Huila, se lanzó una alerta por la posible salida del Batallón de Ingenieros de Desminado Humanitario N.°5, luego de que disidencias de las FARC les impidieran ingresar a zonas donde ya se tiene confirmada la presencia de minas antipersonal. La situación generó preocupación entre autoridades y habitantes, dado el riesgo que representan estos explosivos para las comunidades rurales.

Durante su visita al municipio, el gobernador Rodrigo Villalba anunció que solicitará intervención inmediata del Ejército para garantizar la continuidad de esta misión humanitaria. Señaló que el desminado es una labor especializada que no puede ser interrumpida, pues la presencia de artefactos explosivos amenaza de forma directa la vida de campesinos y viajeros.

El mandatario también atendió inquietudes sobre la política nacional de tierras. Pidió que los predios que se entreguen sean productivos, no estén en zonas protegidas y que se priorice a los campesinos huilenses como beneficiarios. Insistió en que el Huila cuenta con suficiente frontera agrícola y que los programas deben favorecer a las familias rurales del departamento.

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